Gamer o profesional, esa es la cuestión – Número 117

Cambiar algunos hábitos, comenzar a hacer ejercicio, comer menos alimentos procesados… todo esto puede afectar tus logros diarios relacionados con el póquer. Si eres un jugador de poker profesional, tienes que preocuparte y prestar atención a los factores externos a estas rutinas. Ciertamente puedes ganar sin prestar atención; la mayoría de la gente de mi generación ganó sin prestar atención a su entorno. Pero hoy no puedo imaginar que un atleta profesional tenga éxito sin buscar una mejora constante en tantas áreas como sea posible. Otros factores que deben preocupar a los profesionales son aquellos directamente relacionados con el momento de juego. ¿Cómo afrontas las reuniones? ¿Ha comenzado la rutina haciendo clic en otros enlaces, escuchando música, chateando? ¿Empiezas a jugar concentrado hasta que te frustras? Las posibilidades de evasión son infinitas: habla con alguien, cambia el fondo de pantalla, elige una canción diferente, «Vaya, nunca he escuchado esta canción, voy a hacer una búsqueda rápida en Google para ver quién es el artista». TV, Netflix , Youtube, podcasts, Facebook, Whatsapp… solo tienes que elegir tu vía de escape. Al fin y al cabo, la decepción de un mal encuentro siempre estará ahí, a un paso. Cuando se trata de póquer, hay tantas cosas que podemos controlar que encuentro que muchos jugadores son muy frívolos cuando se trata de la «diferencia» como factor decisivo. Perdóname, respeto la varianza y lo que significa, pero creo que cuando prestamos la debida atención a los puntos que podemos controlar, dentro y fuera de la tabla, la famosa varianza se vuelve cada vez menos decisiva. No creo que haya nada mejor que el enfoque absoluto. Por lo tanto, un jugador profesional debería al menos exigirse a sí mismo estar completamente concentrado durante el proceso de rodaje, sin distracciones. Mi consejo es que seas profesional y practiques tu profesión con todo tu corazón y alma. En esta configuración, también se potenciará la investigación y la consiguiente evolución tecnológica.

Así que pon toda tu dedicación en factores que puedas controlar, acepta que quejarte no hará que el as llegue al river y enfréntate a la verdad de que a nadie le importa tu llanto. Sobrevivir y prosperar en un deporte tan competitivo como el nuestro requiere mucho trabajo y dedicación. El espacio para los jugadores justos se está reduciendo y el dominio de los profesionales se avecina.