Semana de Verano – Número 112

En la columna de este mes, le abro espacio a Marcelo Muller, un jugador que se unió a FLOW en septiembre de 2014 y que hoy, además de jugar, forma parte de nuestro equipo técnico. Hace algún tiempo, inspirado por un libro, comencé a estudiar artes marciales japonesas y encontré un concepto muy interesante que se puede aplicar al póquer: Shu Hari, traduciendo el proceso de aprendizaje, desde el inicio hasta el dominio. Cada parte del concepto se refiere a una fase que se relaciona con las otras partes de forma lineal. Shu, que representa el comienzo de las artes marciales, es el momento de aprender las bases y consolidar los movimientos, que se repetirán muchas, muchas veces hasta que se vuelvan automáticos. Para llegar a la siguiente etapa, ja, necesitas dominar la primera etapa. En la segunda etapa, la subjetividad individual comienza a aplicarse a la técnica, donde prueban movimientos creados por otros para ver cuáles funcionan mejor para su estilo. A su vez, Ri es cuando se puede lograr el dominio. Los movimientos básicos son automáticos, probaste todo lo demás, ya conoces tu estilo. En ese momento, toda la experiencia acumulada hasta el momento se utiliza para ir más allá y crear algo único. Además de ser una excelente forma de aprender a jugar al poker, las etapas de Shu HaRi también nos advierten que no intentemos saltarnos el momento de aprendizaje. Muchos jugadores intentan imitar las técnicas de los profesionales que admiran sin tener una base sólida ni una comprensión del rango fundamental. Esto puede conducir a un juego inconexo e inconsistente y al uso de la tecnología en momentos inapropiados. Daniel Negreanu no aprendió a hacer sus excelentes lecturas de rango de la noche a la mañana. Son las muchas situaciones que has vivido y analizado las que te llevan a observar a tu oponente en ese momento y poder predecir qué cartas tiene.Otro escenario común es que los jugadores desde el comienzo de su carrera en el póquer quieran inventar nuevas formas de jugar, inspirándose en los profesionales ganadores que juegan al póquer de manera irracional. Está bien ser creativo en la mesa, pero primero es importante solidificar su conocimiento inicial y comprensión básica de rangos y situaciones. Un buen jugador que es bueno en la innovación puede haber pasado la etapa inicial. Después de sentar una base sólida, probar más y comprender su propio estilo de juego, creará un nuevo estilo de juego. Para romper un patrón, primero debes entenderlo. Incluso si no estás seguro de en qué etapa te encuentras, organízate e intenta comenzar desde cero. Aprenda los conceptos básicos y ejecútelo varias veces hasta que se vuelva automático. Puedes reconocer este momento cuando te das cuenta de que has aprendido cuál es el mejor curso de acción al echar un vistazo rápido a la situación.Cuando domines la técnica, puedes estar seguro de que estás por delante de la mayoría de los jugadores. Entonces puedes dar el siguiente paso con más confianza, daha, es hora de crear tu identidad. Intenta reproducir movimientos no estándar de otros jugadores. Prueba lo que funciona. Construye tu estilo e ideas. Cuando llegues a Ri, podrás ir más allá de lo que has aprendido en base a todo tu bagaje adquirido, y podrás crear nuevas obras y lecturas de una manera más coherente y compleja. Ese momento, la maestría, es donde pocos se encuentran.


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